Midas, Uso de la escolarización como forma de adoctrinamiento de las élites
La escolarización
En este capítulo el autor muestra como la escolarización ha sido usada para el adoctrinamiento desde la infancia y las consecuencias que esto ha tenido tanto para la salud de las personas como para la evolución de la sociedad. Para salir de esta situación justifica el poder de los padres para controlar la educación de sus hijos, llegando incluso a la educación en el propio hogar, fuera de la educación estatal. Al final del libro se muestran tres apéndices que analizan el fraude de la escolarización, instaurando relatos sin una actitud crítica, en tres ejemplos distintos: El caso Galileo, el caso del Imperio y la Inquisición, el caso de las lenguas.
Una herramienta muy útil para la élite es inculcar ideas desde la niñez a través de un sistema educativo basado en un adoctrinamiento, que anule cualquier actitud crítica sin que sea percibido por la propia persona. Esta instrumentación de la educación permite instaurar prejuicios. Esto fue advertido ya en siglo XVIII instaurando el llamado Sistema Prusiano de Educación en el Reino de Prusia. Posteriormente el sistema fue extendido a EE. UU., Rusia, Francia, Inglaterra y resto de países europeos.
Charles Sanders Pierce defendía el sistema de adoctrinamiento como el mejor posible para la mejor sociedad. Consideraba que la opinión diferente es un peligro, un riesgo que se debe evitar a toda costa. El Estado debe fijar unas creencias en la comunidad. Por tanto, era necesario crear una institución para mantener las doctrinas correctas y enseñarlas a los jóvenes evitando que los documentos contrarios sean enseñados, defendidos o expresados. Que las opiniones contrarias se consideren con odio y horror. Es necesario que las inquisiciones se apliquen a la forma de pensar distinta y cuando sean declarados culpables de creencia prohibidas, que sean sometidos a algún castigo. De esta forma se anula la curiosidad, el pensamiento crítico y la creatividad.
En EE. UU. las fundaciones, exentas de impuestos, se encargaron de poner este sistema en práctica, dando lugar al llamado pragmatismo estadounidense con el objeto de formar a un electorado inofensivo, una fuerza de trabajo servil y una manada de consumidores sin criterio. La única diferencia con el sistema prusiano era la doctrina, el sistema seguía siendo el mismo. Ideas similares fueron defendidas en Inglaterra por Francis Galton proponiendo la cría planificada de seres humanos con el fin deseable de una sociedad moderna.
A principios del siglo XX la importantes miembros de la oligarquía estadounidense (J. D. Rockefeller, Carneggie, Guggenheim, Mellon, Morgan y Vanderbilt) crearon la General Education Board (GEB) no con la intención de crear grandes artistas y profesionales, sino para enseñar de una manera perfecta las tareas que sus padres y madres están haciendo de una manera imperfecta. Para ello
- Prepararon a académicos que se convertiría en los futuros profesores de historia de Estados Unidos y para tal fin constituyeron la American Historical Association (AHA).
- Dirigieron sus fondos para controlar la Universidad de Columbia con el objeto de controlar el Columbia Teachers College dando así formación a una tercera parte de todos los presidentes de instituciones de formación de profesorado de los estados federales, una quinta parte de los maestros de escuelas públicas y una cuarta parte de los directores
- Mantener la propiedad y el control de los libros de texto de las escuelas públicas.
- Subvencionaron a numerosas universidades influenciando a los congresistas y senadores, y controlando el Departamento de Estado para, entre otros fines, dirigir en la sombra las políticas educativas.
Como posteriormente puso de manifiesto el Comité Cox y el Comité Reece, las organizaciones exentas de impuestos, mediante la financiación de la educación y la promoción de la reescritura de la historia de EE. UU., permitieron que el colectivismo oligárquico a través de un deterioro de las técnicas de enseñanza, que se agravó a partir de 1933. Desde entonces, con el personal adocenado, los cambios en la educación fueron revolucionarios sin apenas oposición.
El papel de las fundaciones americanas fue recogido por las Naciones Unidas, que a través de la Convención de la Unesco contra la discriminación estableció políticas de educación para capacitar a los niños en la compresión de "La afiliación a la sociedad mundial", restando influencia a la familia (el principal obstáculo para adoctrinar al niño), ideas nacionalistas y, en general, imposición de la "mentalidad mundial".
Entre 1967 y 1974 hubo un rediseño de la educación siguiendo el modelo prusiano y para llevarlo a cabo transfirió el control local al gobierno federal. Poco después se supo que los profesores que escribieron numerosos libros que apoyaban esas doctrinas se encontraban vinculados de alguna forma o incluso recibiendo directamente subvenciones de las principales fundaciones del país. En todos ellos se insistía en la idea de enseñar una perspectiva global.
En los años 90 se aprobaron leyes con el objeto de promover la formación de los niños para roles específicos dentro la fuerza laboral global, anulando la actitud crítica y el aprendizaje a partir de sus errores. A comienzos del siglo XXI el programa Zero-to-Three para el adoctrinamiento educativo desde los cero años con el fin de evitar la influencia familiar en todo lo posible. En esta ocasión fue la fundación Open Society Foundations de George Soros la que lideró la dotación del programa.
A partir de aquí el autor divaga sobre el origen del Trastorno por Déficit de Atención (TDA). Cree que se origina durante las etapas iniciales del crecimiento por la falta de relación de apego seguro y sintonía con los padres en los primeros años. Para ello se basa en las aseveraciones de la neurocientífica Marian Cleeves Diamond, el psicoanalista Eric H. Erikson y el médico Gabor Mate. Considera qu un entorno inadecuado de los niños en los primeros años de crecimiento, lo que incluye la destrucción gradual de los vínculos familiares, provoca el TDA, alineación, el consumo de drogas y la violencia.
En base esta alienación infantil, la necesidad de la personalización en la educación preconizada por John Taylor Gatto, y de la lucha de la comunidad amish por su autonomía educativa, justifica la tendencia de los hogares Norteamericanos de sustituir completamente al Estado en la educación. El autor propone que el sistema actual arruina la calidad de vida y adoctrina desde la infancia de tal forma que la mayoría actúan como sonámbulos sin despertar nunca y salir del adoctrinamiento. De esta forma hay un problema de analfabetos funcionales que se creen estar formados, sin percatarse de que sus mentes están debidamente condicionadas con dosis sustanciales de desinformación y entrenadas para mensajes cortos y tranquilizadores, cabezas a las que se les ha extirpado su actitud crítica. Esto le hace que cuando hay una situación crítica como un divorcio brutal, un despido etc. se produzca ansiedad y periodos depresivos provocados por la falta de sentido en sus vidas con respecto a sus falsas expectativas. Ante el cambio, no son capaces de aprovechar la retroalimentación para mejorar su gestión.
El caso Galileo
En este apéndice el autor analiza la evolución de las distintas doctrinas que se han ido estableciendo sobre la consideración de la Tierra desde el punto de vista de la Astronomía y las consideraciones por parte de la Iglesia.
Aristóteles defendía el geocentrismo, donde la Tierra es el centro del Universo. Heráclides y Aristarco, tras la muerte de Aristóteles pusieron en cuestión y propusieron la teoría heliocéntrica. Sin embargo, la opinión de Aristóteles prevaleció pese a estar equivocada. En el siglo II, Claudio Tolomeo, influenciado por Aristóteles confirmó la teoría del geocentrismo.
Posteriormente, el canónigo Nicolás Copérnico a partir de los estudios de Aristarco y Tolomeo hizo una mezcla de ambas teorías y dijo que los planetas se movían alrededor de un centro que no es el Sol, sino el centro de la órbita de la Tierra. Nicolás Copérnico vivió en una época donde había libertad de pensamiento en la Iglesia (papado de León X) y no tenía ningún problema en difundir sus ideas. Sin embargo, él mismo veía sus puntos débiles y dilató la publicación de sus ideas hasta el año de su muerte. La Iglesia en el Concilio de Trento no se opuso a un posible sistema diferente al geocentrismo en el universo, pero en un principio solo lo consideró como hipótesis. Sin embargo, Martín Lutero que le consideró como un loco que iba en contra de las Sagradas Escrituras.
Unos años más tarde, siglo XVII, ante la insistencia de Galileo que consideraba el tratado de Copérnico como una verdad irrefutable, el papa Urbano le pidió que aportara pruebas. Galileo estuvo muchos años meditando las pruebas, pero finalmente basó su defensa en que era una obviedad evidente y en el movimiento de las mareas. Quince años antes Kepler ya había demostrado que las mareas eran debidas principalmente a la influencia de la Luna. Hoy día sabemos que también es influida por el movimiento de la Tierra, pero la causa principal es el efecto gravitacional de la luna, tal y como Kepler decía. Galileo podía haber usado las teorías de Kepler para justificar una teoría heliocentrista, pero se empeñó en usar su teoría sobre las mareas. Se cree que hizo esto por pura vanidad y no admitir las cualidades de Kepler. Mucho tiempo después se vio que las órbitas celestes descritas por Copérnico eran erróneas y estas se ajustaban a las teorías de Kepler.
El papa Urbano le pidió a Galileo que aportara pruebas fehacientes de la validez del sistema copernicano. Galileo quería que Roma avalara su hipótesis y con ello, el cambio de paradigma y el reconocimiento como el mayor científico de la época. Como fracasó en el intento y paradójicamente ese fracaso fue su reconocimiento como héroe para desprestigiar el orden constituido. Por esa razón se reconstruyó una imagen de Galileo atribuyéndole logros que nunca realizó. Tampoco fue torturado por la Inquisición, ni languideció en sus mazmorras, no fue mártir ni dijo ''Eppur si muove,..''.
En este apéndice también muestra como con la llegada de la Revolución Industrial a mediados del siglo XIX, la ideas de competencia y lucha como fuerzas de progreso impregnaron los análisis de la época. Apareció el relato de Malthus de la lucha por la existencia, que llevó a Darwin a su relato de la selección natural. Karl Marx aplicó la lucha a las relaciones sociales con la teoría de la lucha de clases. Sin embargo, desecharon la cooperación. Por tanto, la selección natural no debiera considerarse como una declaración científica, sino una interpretación subjetiva de la realidad.
Hoy día, como siempre, los prejuicios continúan arraigados como amenazas al bienestar y el conocimiento. A veces, esos prejuicios son implantados por un movimiento que instaura el miedo en diferentes ámbitos de la sociedad. Los que se salen de esa corriente oficial son descalificados al tiempo que les dificultan su difusión.
El caso del Imperio y la Inquisición
En este apéndice el autor critica la doctrina generalizada que se tiene del imperio español y de la Inquisición.
La consideración general que se tiene de atribuir características negativas al Imperio Español y a la Inquisición, la llamada leyenda negra. El autor discute esas consideraciones aportando pruebas de que, pese a ser una etapa de la historia despiadada, el imperio español ha sido el más moral propugnando hasta cierto grado los derechos de los nativos, el mestizaje, la eliminación de tradiciones brutales de los pueblos indígenas e incluso el propio planteamiento de hasta que punto influir en los pueblos nativos. También destaca la labor civilizadora del Imperio español como la creación de escuelas, universidades, hospitales, calzadas transitables, .... Similar consideración tiene con la Inquisición que comparándola con como se trataba en otros países a las prácticas político-religiosas disidentes que amenazaban el orden establecido (Inglaterra isabelina, Orange de los Países Bajos, ilustración francesa, la Alemania protestante o la Suiza calvinista), se puede considerar bastante más civilizada y que produje mucha menos cantidad de muertos.
Por esta razón considera que esa leyenda negra no es más que adoctrinamiento por parte de las otras potencias que fue lanzada a través de las imprentas europeas.
El caso de las lenguas
En este apéndice el autor indica el adoctrinamiento relacionado con la importancia de las lenguas, particularizando en el catalán, y el muro imaginario que se levanta entre las personas cuando difieren de opinión.
El autor destaca la importancia de la lengua como vehículo de transmisión del conocimiento. Nuestros genes permiten el habla, el cual se desarrolla mediante la práctica de la lengua. Cada lengua atesora expresiones propios de las que otras carecen. Es el habla que enriquece esa lengua en un conjunto de expresiones que surgen espontáneamente afectadas por las particulares circunstancias de un lugar y una época. El arquitecto del habla es el hombre, no la lengua.
No está de acuerdo en que cuando perdemos una lengua, muere con la cultura de ese pueblo. Considera que cuando desaparece una cultura desaparece la lengua con ella, pero no al revés. Considera que con el paso del tiempo una lengua tiene que ser sustituida por otra más adecuada. Resistirse a cambiarla significa aniquilar la crítica. Lo que legitima a una tradición es su beneficio y no su nostalgia. Es necesario tener herramientas más adecuadas a cada época. La lengua no es más que una herramienta para el entendimiento entre los hombres