Morozov, distorsión de los datos del sistema económico. Hacia economía planificada corporativista o pública.
Los gigantes tecnológicos están muy ocupados privatizando nuestros datos
Autor: Evgeny Morozov
Publicación: Originalmente en The Guardian el 24 de abril de 2016. Traducción al español incluida en el libro "Capitalismo Big Tech ¿Welfare o neofeudalismo digital?" Evgeny Morozov. Ed. ENCLAVE DE LIBROS 2018
En este artículo Morozov indica el comentado Efecto Silicon Valley por el que el modelo de negocio de las empresas tecnológicas líderes, basado en los datos masivos, distorsiona el funcionamiento de los mercados y los priva de información necesaria para la asignación de recursos.
Las empresas tecnológicas inicialmente se dedicaron a recopilar datos para poder hacer una mejor gestión de la publicidad. Por ello empezaron a ofrecer servicios y bienes que producen más datos a cambio de subvencionarlos. No hay restricción del tipo de bienes que sacan al mercado para recopilar datos. Nos quieren rastrear mientras hacemos cualquier actividad. Datos significa dinero. Sin embargo, esto distorsiona evaluar lo que cuestan los bienes y servicios subyacentes. Estas empresas trascienden a nuestros PC y teléfonos inteligentes. Han entrado en los hogares, los coches e incluso nuestro cuerpo. La distorsión cada vez será mayor. Hay expertos que indican que el sistema bursátil se acerca cada vez más a inversiones basadas en criterios puramente subjetivos. Las empresas tecnológicas acaban perturbando a los mercados. Esto mismo pasa con los gobiernos.
Empresas como Google o Facebook proclaman que, con sus datos, saben mejor que nadie como ganar dinero y como gastarlos en interés de la humanidad. De esta forma es muy probable que estas compañías algún día gestionen la infraestructura básica con la que funciona el mundo. Estaríamos ante una economía planificada corporativista que pone a las empresas tecnológicas a cargo de todas las grandes decisiones orientadas a maximizar sus beneficios. De esta forma el estado del bienestar mutaría hacia un neofeudalismo hipermoderno donde las personas tendrán que pagar para acceder a cualquier cosa.
En efecto, varios factores pueden hacer impracticable que las empresas tecnológicas sigan siendo financiadas por la publicidad. Por ejemplo:
- La desaceleración de la globalización, el comercio mundial y el crecimiento
- Posible colapso de la publicidad debido a que las empresas no puedan seguir invirtiendo suficiente dinero en las mismas plataformas que les están arruinando. En ese momento, si el mundo ya depende de sus plataformas, pueden empezar a cobrar por sus servicios.
Como alternativa, podríamos tener una economía planificada por la político donde los datos se usan para ofrecer servicios públicos que funcionen fuera del propio sistema de precios. Que en lugar de maximizar los beneficios de las empresas digitales esté orientada a maximizar el bienestar social.