Morozov, financiación y vigilancia tecnológica
¿Quién paga para que podamos navegar por la Red? Cuidado con la última solución de Google
Autor: Evgeny Morozov
Publicación: Originalmente en The Guardian el 30 de noviembre de 2014. Traducción al español incluida en el libro "Capitalismo Big Tech ¿Welfare o neofeudalismo digital?" Evgeny Morozov. Ed. ENCLAVE DE LIBROS 2018
En este artículo el autor explora las distintas formas de financiación de los servicios de Internet (muchos servicios usan varios métodos a la vez):
- Publicidad. Ejemplo clásico de este tipo de financiación es Google. Este tipo de financiación está siendo amenazada por los Bloqueadores de anuncios (extensiones de los navegadores para bloquear publicidad).
- Suscripción con pago periódico. Esta suscripción puede ser de distintos tipos. Como por ejemplo:
- Suscripción para acceder a ciertos servicios. Este tipo de financiación es típica de los periódicos. Incluso, en algunos países, Google tiene que pagar a los periódicos para acceder e indexar sus artículos.
- Suscripción para evitar publicidad cuando se accede a los servicios. Un ejemplo de este tipo sería el proyecto propuesto por Google llamado Google Contributor que ofrecía no ver anuncios en los servicios asociados a la compañía. Los servicios que se asociaban cobraban solo en el caso de que el usuario accediera. Otro ejemplo serían Reddit o YouTube donde los usuarios premium de pago que pueden saltarse los anuncios.
- Donaciones. El ejemplo más claro es Wikipedia que gracias a las donaciones se puede oponer a la publicidad
- Obtención de datos que, explotándolos convenientemente, permiten obtener beneficios
- Financiación estatal a partir de los impuestos. Morozov plantea que servicios proveedores de infraestructura podrían estar controladas por empresas públicas en lugar de por empresas. Podría haber servicios de IA públicos que rompieran el monopolio por parte del mercado de la provisión de servicios inteligentes.
Hay movimientos que defienden que la mejor forma de evitar la publicidad sería la suscripción con pago periódico. De esa forma podríamos evitar la vigilancia extensiva que se usa para que la publicidad sea efectiva. La publicidad se convierte en el chivo expiatorio perfecto. Sin embargo, como resalta Morozov, aunque pagáramos no estamos seguros de que la vigilancia remitiera. La recolección y explotación de los datos da pingües beneficios y muchos servicios serían imposibles sin esta. Difícilmente las empresas tecnológicas renunciarían a estos ingresos usando cifrado extremo a extremo de forma que no la empresa no pudieran ver que información se está transmitiendo. Desde las propias administraciones se perseguiría este tipo de comunicación alegando problemas de seguridad nacional. Por tanto, aunque reemplazaramos la publicidad con cuotas de suscripción, nos seguirán espiando.